> Una nueva era radiofónica

Estamos en el año 2101. Ha comenzado el siglo 22. Logramos evitar por los pelos el colapso a mediados del siglo pasado pero el mundo que conocíamos ya no existe. Problemas como la contaminación por combustibles fósiles han quedado en el pasado: ahora las energías limpias nos mueven a todas. Tampoco necesitamos teléfonos para comunicarnos, los implantes de transmisión ósea que nos colocan al nacer nos permiten escuchar a través de los huesos y esos mismos sensores son capaces de interpretar nuestras órdenes antes de pronunciar una sola palabra. Además, desde que se constituyó la Agencia Mundial del Control de la Inteligencia Artificial (AMCIA) no hemos vuelto a tener problemas con los autómatas y algoritmos.

Si alguien como tú (del siglo pasado) nos visitara… sólo reconocería una tecnología. Una sola que ha sobrevivido durante más de dos siglos: la radio. Sí. Aunque no lo creas, seguimos usando las ondas hertzianas para transmitir ideas, humor, música e información. ¿Qué ha pasado con el resto de medios, te preguntarás? La escasez de papel nos obligó a prohibir los periódicos. Los canales de televisión tradicionales desaparecieron ya que ahora sólo se visionan programas y series a la carta a través del Supranet (la evolución de lo que en el pasado se llamó Internet). Pero la radio, aunque ha mutado, sigue viva y muy vigente.

El alto consumo energético de toda la tecnología de que disponemos nos obliga a cortar Supranet varias horas al día. Cinco horas en las que la única fuente de información en tiempo real es la radio. Además, durante las tormentas solares, cada vez más frecuentes en este siglo, sólo quedan en funcionamiento los transmisores de AM.

Sin contar con que es el único medio que podemos utilizar mientras realizamos algunas de las tareas diarias que se nos asignan como ciudadanas de las polis. Así se llaman las nuevas ciudades, ya que desde finales del siglo XXI en el nuevo Plan Territorial Mundial (PTM) se prohibieron los asentamientos mayores de 15.000 habitantes. La radio sigue siendo un medio lleno de posibilidades y muy barato de producir por lo que se ha masificado su uso y hay, al menos, una en cada asentamiento.

Por esta abundancia de radios y la necesidad de repensar este medio ante el inicio de este nuevo siglo es por lo que estamos convocando a radialistas del pasado para que nos ayuden a… INVENTAR LA RADIO DEL SIGLO 22.



> Por qué necesitamos un taller como éste

La radio sigue teniendo vigencia, tanto en el siglo 22, como en el 21. Mientras los periódicos pierden cada vez más lectores frente a sus versiones digitales y las televisiones tradicionales ven cómo sus audiencias migran a plataformas de pago online, la radio sigue aguantando. Las TIC han facilitado la producción de radio con costes relativamente bajos lo que ha dado lugar a una regeneración de este medio: un dial infinito donde transmiten miles de nuevas emisoras de radio por Internet o plataformas que agrupan millones de podcast.

El auge de los audiolibros nos da una idea del alcance y la necesidad de formatos sonoros para disfrutar de contenidos estando en movimiento: viajando en el tren, caminando por la calle… Pero no tenemos que quedarnos simplemente con una recreación de ficciones nuevas o existentes en formato sonoro. Podemos crear nuevas narrativas radiofónicas y, para eso, tenemos que atrevernos a experimentar.

En lugar de plantear un taller al uso en el que ofrezcamos formación en herramientas técnicas para crear programas de radio, pensamos que es necesario romper con la idea tradicional de este medio. Y para que realmente sea un proceso colectivo de aprendizaje transformador, proponemos un punto de partida alejado del aquí y el ahora: nos vamos al futuro y, desde allí, invitamos a crear un nuevo modelo de radio.


> Para qué sirve RadioLAB

A pesar de las enormes posibilidades, la radio actual sigue siendo demasiado tradicional. El temor a producir “fuera de la caja” nos avoca a un dial monocromático, ya sea en FM, en AM o en Internet. Programas cargados de música que limitan la participación de la audiencia a solicitar canciones; eternas tertulias con opinadores profesionales llenos de publicidad… Pocos son quienes se atreven a explotar al máximo las ventajas que nos ofrece la radio.

El RadioLAB tiene como objetivo propiciar un espacio para prototipar la radio del siglo 22. ¿Cómo producir una radionovela colaborativa alrededor del mundo usando los smartphones? ¿Cómo hacer un cómic sonoro? ¿Se podría provocar un Trending Topic y poner a todas las radios de un país a tuitear radiofónicamente con el mismo hashtag? ¿Se pueden hacer anuncios que nos evoquen ideas desde lo sonoro en lugar de esos diálogos con slogan que nos remiten a los principios de la radio? ¿Podemos informar, formar y entretener con otras estructuras radiofónicas diferentes a las que estamos acostumbradas?

A través de una convocatoria abierta se buscarán las 8 propuestas más originales e ingeniosas para producir radio de una forma diferente, creativa y provocadora. Cuatro días de trabajo intenso para experimentar y prototipar otras formas de comunicar radiofónicamente y una jornada más para presentarlas al resto de la comunidad.

RadioLAB tiene la intención de iniciar con una primera edición donde nos preguntemos cómo diseñar la radio en el próximo siglo y en próximas ediciones dar cabida a propuestas temáticas que imaginen otras formas de informar, producir ficción o publicidad dentro de la radio.


> La radio del futuro es feminista

El lenguaje y las palabras son la materia prima con la que se construye la radio por lo que consideramos fundamental aplicar la perspectiva de género en los textos a los que luego se les dará volumen. Es necesario ser creativos con la forma de expresarnos porque el lenguaje está vivo y deberíamos jugar con él.

Hay temáticas olvidadas, relacionadas con los cuidados, que necesitan ser visibilizadas en los medios de comunicación, y también en la radio. ¿Cuántos programas de sexualidad o salud existen en los diales actuales? ¿Quiénes son las protagonistas de las historias que narramos? ¿Cuántas expertas tienen voz en las ondas? ¿En qué roles aparecen las mujeres en nuestras producciones?